la habitación era un poco pequeña y el baño también. pero la ubicación es excelente, justo frente a la playa. el restaurante tiene una comida deliciosa y el trato de la dueña es muy bueno, con servicio amable.

El lugar es muy acogedor y tranquilo, ideal para descansar después de un día de caminatas. La habitación estaba bien equipada, con todo lo necesario y un buen ambiente. Además, el estacionamiento era fácil y accesible, lo que fue muy conveniente. El desayuno que sirvieron era delicioso, con algunas especialidades locales que realmente disfruté.

El baño podría mejorar su limpieza, ya que noté un par de detalles que no estaban del todo bien.

Ideal para el caminante que busca tranquilidad

El trato de la dueña, Josefa, fue excepcional. Me encantó la vista desde la terraza, donde se puede apreciar la ría de Vigo, especialmente al amanecer.

No fue barato, pero se puede aceptar.

La terraza superior del hostal tiene unas vistas impresionantes, pero

las habitaciones son un poco pequeñas y el ruido de los pasillos puede ser molesto durante la noche. Sin embargo, la comida en el restaurante fue un gran punto a favor, especialmente el pescado fresco que sirven. Muy recomendable para un descanso.

Pasamos un gran momento con amigos. Las vistas desde la terraza son impresionantes y el desayuno ofrece deliciosas peras de cosecha propia. disfrutamos de la comida en el restaurante, que realmente fue un acierto. Tienen un servicio de información turística muy útil.

La habitación y el baño eran algo pequeños, lo que hizo que la experiencia fuera un poco incómoda, especialmente al abrir las maletas.

Mi veredicto final sobre esto

El trato recibido fue excepcional y el desayuno fue sencillamente increíble, especialmente las peras de cosecha propia. Además, las vistas desde la terraza a la ría son espectaculares. Sin embargo, la habitación era pequeña y el aseo también. En general, una experiencia buena, pero con áreas a mejorar.

La ubicación junto a la playa de Cesantes ofrece vistas bastante agradables a la ría de Vigo. La experiencia gastronómica en el restaurante es notable, especialmente por la calidad del marisco y la atención durante las comidas.

Las habitaciones presentan un mobiliario básico y viejo que puede resultar incómodo para algunos. Además, la limpieza no siempre está a la altura. noté ciertas manchas en las toallas y hongos en las juntas de la ducha, y la falta de un ascensor hace que subir el equipaje sea un poco engorroso. El espacio en la habitación también es limitado, lo que complica la organización de las maletas.

Comida excelente, marisco de la familia.

La comida del restaurante es deliciosa, pero la TV es pequeña y antigua.

Vistas espectaculares desde la terraza y tranquilidad al lado de la playa. ¡Perfecto para relajarse después de un largo día!

El baño era un laberinto. no sé cómo logré salir sin perderme.

Las vistas de la ría desde la terraza son más impactantes que cualquier pantalla de cine. Desayunar allí es como despertar en una postal. el café y las peras de cosecha propia hacen que cada mañana se sienta extraordinaria. No hay nada como disfrutar de una cena de marisco en el restaurante, donde cada bocado es un aplauso a la frescura del océano.

Habitación pequeña

El Hostal Antolín me dejó sensaciones encontradas. La habitación era muy pequeña, apenas hay espacio para abrir la maleta. El mobiliario se siente viejo, la tele era diminuta y el baño estaba en condiciones bastante antiguas. Afortunadamente, la atención en el restaurante fue excelente y la comida estaba sabrosa. No obstante, esperaba un poco más de comodidad teniendo en cuenta el precio. El entorno es tranquilo, lo cual se agradece para descansar, pero está alejado del centro de Redondela, lo que complica un poco los desplazamientos. tuvimos un problema con la información sobre los cargos adicionales para los niños. La comunicación podría mejorar. En fin, una experiencia aceptable, pero hay muchos aspectos que deberían actualizarse.

La ubicación un poco apartada merece la pena por la tranquilidad y el acceso a la playa. La atención de todo el personal es encantadora, y el marisco es fresco, lo que se nota en la calidad de la comida, pero la habitación era algo pequeña y podría beneficiarse de una actualización en el mobiliario. El estacionamiento es fácil, pero el ruido de los pasillos puede llegar a ser molesto durante la noche.

Las toallas estaban manchadas, pero la limpieza diaria fue excelente.

Disfruté de un entorno tranquilo, muy cerca del mar 🌊. El desayuno fue acorde a lo prometido, y el trato del personal, especialmente en el restaurante, fue muy acogedor.

Las habitaciones son algo pequeñas, lo que complica un poco la movilidad dentro de ellas.